Las bibliotecas, recién incorporadas al programa, y las actividades en confiterías y otros espacios cerrados salvaron a la Noche de los libros de su cancelación por lluvia. Y lo que iba a ser una gran fiesta terminó siendo pequeñas reuniones de entusiastas lectores y autores en diferentes puntos de la capital. Aún así sigue siendo mágico: muchas almas refugiadas en charlas y lecturas, todas a la misma hora a lo largo y ancho de una ciudad gris.
Pero más allá de que el público audaz participara de las opciones bajo techo de la programación, las económicamente afectadas fueron las librerías. Años anteriores, cuando el evento se llamaba Noche de las librerías, ellas lograban las mejores ventas del año, "incluso mayores que las de Navidad" comentaban en Edipo libros. Y si bien los paseantes también se refugiaron de la lluvia entrando a leer solapas y descubrir mundos impresos, las ventas fueron discretas. Como si el cambio de nombre del evento hubiera marcado el destino de esta edición, fue la noche de los libros pero no de las librerías.
Este fue el primer año que Noticias Editoriales presentó actividades en la Noche de los libros. La idea era que 15 autores de diferentes reconocidas editoriales realizaran un relato que les haya provocado miedo o terror. Como si también el nombre hubiera marcado el destino, antes de comenzar se nos presentaron todos los fantasmas: nuestro espacio estaba ocupado por un escenario para música (algo culturalmente valioso pero en este caso accesorio a un evento para el fomento de la industria editorial) y no teníamos los requerimientos técnicos solicitados. La organización resolvió darnos medio living de la actividad musical y pasar un micrófono y un parlante para nosotros detrás del escenario, mirando hacia el Obelisco.
Luego actúo la naturaleza, cual invasión extraterrestre el cielo de Buenos Aires se fue cubriendo con una nave nodriza de negros nubarrones que pronto se desparramaron sobre toda la programación de
Como nuestros autores iban llegando, empapados pero puntuales, les preguntábamos si de todas maneras querían realizar sus relatos, sin luz, sin micrófono y con un fuerte viento que nos mojaba aún debajo del alero del teatro Alvear donde corrimos el medio living para refugiarnos. Todos los autores decían que si querían hacer sus actividades porque era poco pero había público. Mirando a los autores relatando historias de miedo, a los nenes asombrados, en la semioscuridad y con el tormentón alrededor, ni en nuestros retorcidos sueños hubiésemos imaginado un clima más tenebroso para esas historias que se contaban entre trueno y trueno. Un marco perfecto para el terror.
Cuando el frío ya nos calaba los huesos aceptamos el generoso ofrecimiento del director del festival de novela negra BAN, Ernesto Mallo, y presentamos a nuestros últimos autores en su cálido espacio en el primer piso de El gato negro.
Posiblemente el año que viene, si el buen clima acompaña, se podrá disfrutar de la extensión de las actividades sobre Corrientes pasando Callao y de los shows que se habían preparado para esta edición. La industria editorial seguirá apostando por la promoción de la lectura y ejerciendo la pasión por los libros. Aunque llueva o truene.
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Noticias Editoriales agradece a Opción Libros por aceptar nuestras actividades en su grilla, a Ernesto Mallo, a las editoriales que nos apoyaron durante todos los preparativos, a nuestros amigos que nos ayudaron mudando mobiliario y cartelería, gestionando posibles altavoces y consiguiéndonos seguridad exclusiva para nosotros y a los asistentes rasos de la organización de la Noche de los libros, que con buena voluntad y sentido práctico intentaron darnos una solución con los recursos que tenían en el momento.
Y un agradecimiento especial a los autores que decidieron acompañarnos aún en condiciones extremas; fueron el motivo y el corazón de Monstruos en primera persona: Leandro Avalos Blacha, Damián Blas Vives, Matías Bragagnolo, Nicolás Correa, Sebastián Elesgaray, Juan Guinot, Gastón Intelisano, Enzo Maqueira, Luis Mazzarello, Sebastián Pandolfelli, Flavia Pittella, Laura Quiñones Urquiza, Martín Sancia, Patricio Sturlese y Diego Zigiotto.